Ricardo Flores Cuevas
Coordinación de Extensión, Vinculación y Desarrollo Social
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El 25 de julio de 2024 Enrique Vega, jefe de Unidad Curso de Vida Saludable de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud, presentó el libro Construir la salud a lo largo del curso de la vida. Conceptos, implicaciones y aplicación en la salud pública. En el marco del proyecto UnADM Saludable.
La bienvenida a nuestro invitado fue realizada por la directora de la División de Ciencias de la Salud, Biológicas y Ambientales de nuestra universidad, María de los Ángeles Serrano Islas.
Durante su intervención, Enrique Vega ahondó sobre las consecuencias en el aumento de la esperanza de vida a nivel global y puntualizó que desde la segunda mitad del siglo pasado (1950) a nuestros días (2024), la esperanza de vida ha incrementado entre 50 y 60 años. Un hecho sin precedentes, “extraordinario”; lo que implica un reto tanto para las Ciencias de la salud como para las organizaciones de protección social.
Explicó que el índice de envejecimiento indica que en la región de América Latina y el Caribe está aumentando el número de personas mayores de 60 años a un ritmo más veloz que el de los niños menores de 15 años; de tal manera que “el envejecimiento del envejecimiento” es mayor en nuestra región en comparación con otras regiones del mundo.
También explicó que la transición epidemiológica entre 1990 a 2010, pasó de ser predominio de las enfermedades infecciosas al de las enfermedades crónicas.
Refirió que los retos de la salud pública moderna están en cerrar la brecha entre la “esperanza de vida” con la de la “esperanza de vida saludable”, la cual en México es de 12 años. Es decir que, en promedio, las personas viven cuando menos, los últimos doce años de su vida enfermas.
En este tenor, si bien las mujeres tienen una esperanza de vida mayor al de los hombres, son ellas las que tienen que lidiar con enfermedades o discapacidades en el último tramo de vida, lo que las hace dependientes de atenciones médicas.
Lo anterior, implica que la discapacidad y la carga de enfermedades son los retos que tienen que enfrentar los centros de salud y las familias.
Por lo anterior, es fundamental que las personas tengan una participación activa en la construcción de su salud durante su curso de vida. Ante esto enfatizó que la salud no es innata, la salud se construye.
Aclaró que la salud consiste en tener capacidades fuertes, tanto cognitivas, físicas y de relación social. Y alertó que si “la desigualdad genera diferentes caminos de salud”, también “la salud genera diferentes caminos de desigualdad”.
Quienes se interesen en consultar el libro se pueden dirigir a: https://iris.paho.org/handle/10665.2/53368