Jonathan Torres Hernández

Maestro de Promoción para la Salud en la Universidad Abierta y a Distancia de México

Doctor en Psicología y Psicoterapeuta de Trauma Psicológico

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 CorazonRecurso 1

Resumen

La ruptura amorosa en ocasiones es una fuente potencial de confusión y estrés, asimismo puede originar síntomas dolorosos (Boss, 2001), que incluyen tristeza, depresión o ansiedad, así como estrés físico y emocional (Barajas, González, Cruz & Robles, 2012). En el presente trabajo se describe el proceso de intervención en una consultante, mujer de 23 años, originaria de Villahermosa Tabasco, quien atraviesa por una ruptura amorosa. La consultante acude solicitando apoyo y acompañamiento psicológico, ya que experimentaba emociones de tristeza y ansiedad, así como exhibir conductas de asilamiento, inactividad e inexpresividad emocional. El abordaje realizado fue bajo una metodología de estudio de caso único, de enfoque cualitativo, de tipo descriptivo, en el cual se presenta el proceso de intervención psicoterapéutico en el caso mencionado que se llevó a cabo en 10 sesiones, bajo el modelo de intervención cognitivo-conductual. Los objetivos propuestos incluían la modificación de la tendencia al autoaislamiento, incrementar los niveles de actividad, incrementar la tolerancia a la ansiedad y lograr que la consultante expresara sus emociones de forma asertiva y funcional. En la discusión se presentan los resultados de la intervención, los cuales muestran que se alcanzaron los objetivos propuestos, con la consecuente disminución del malestar derivado de los síntomas descritos por la consultante.

Palabras clave: ruptura amorosa, intervención, tristeza, ansiedad, cognitivo-conductual, disminución, malestar.

Introducción

De las distintas crisis personales que pueden experimentar los seres humanos, aquellas que conllevan pérdidas pueden revestir una significancia particular en algunas personas. Esto puede variar en función de la naturaleza de lo perdido, el momento en que esto ocurre, la circunstancias u otros factores, aunque uno de los aspectos más relevantes es el valor que se le atribuye a lo que se pierde. En otras palabras, la inversión afectiva invertida en la pérdida será lo que determinará el impacto de esta en cada individuo (Cabo de Villa, 1999).

Ruptura amorosa

La pérdida de una relación puede resultar en la ruptura de distintas clases de vínculos, sin embargo, una de las más frecuentes y con posibilidad de experimentarse varias veces en la vida es aquella que proviene de la ruptura de una relación amorosa (Navarro, 2020).

La ruptura amorosa es definida por Boss (2001) como un duelo o pérdida de tipo ambiguo, debido a que, en este, se experimentan estados afectivos y cognitivos negativos, al mismo tiempo que conflictos, los cuales impactan las relaciones sociales del contexto del individuo. El mismo Boss (2001) plantea que este tipo de ruptura es una fuente potencial de confusión y estrés, pero, además, “[…] origina síntomas no sólo dolorosos, sino que, a menudo, también se los pasa por alto o se los diagnostica de forma equivocada” (Boss, 2001, p. 19).

Es importante destacar, que este fenómeno es vivido de manera similar tanto por parejas formales, como es el caso de los matrimonios, como por aquellas que aún no cuentan con el mismo reconocimiento legal dentro de una sociedad, pero es percibida por el individuo que experimenta la ruptura amorosa, como una relación con algún grado de estabilidad (Sierra, 2017, p. 29).

Impacto de la ruptura amorosa y relevancia de su abordaje

Respecto al impacto de una ruptura amorosa, al partir de lo general, se le reconoce como una pérdida significativa de bienestar (Navarro, 2020). Lo que implica afectaciones que pueden impactar tanto la salud mental, el bienestar emocional como la salud física de quien la experimenta (Ponce & Pinto, 2020).

Entre las diversas manifestaciones que se pueden presentar, estas pueden incluir consecuencias de corto, mediano y largo plazo, que, de no resolverse, pueden resultar en procesos más complejos como un duelo complicado (Lewandowski, 2009). Algunos de los primeros fenómenos expresados durante una ruptura amorosa pueden ser llanto, enojo, tristeza, celos, inseguridad, baja autoestima, síntomas depresivos o ansiosos, así como estrés físico y emocional (Barajas, González, Cruz & Robles, 2012).

Además, si no existe una adecuada adaptación a una nueva realidad, consecuencia de la ruptura amorosa, suelen aparecer problemáticas adicionales relacionadas con distintas áreas como alteraciones alimentarias, alteraciones de sueño, consumo de sustancias e incluso conductas conflictivas hacia otras personas (Boss. 2001, p. 108).

La Organización Mundial de la Salud reconoce que el suicidio es la segunda causa asociada a muerte entre jóvenes de 15 a 29 años y muchos de estos fallecimientos ocurren en un momento de crisis como tensiones de la vida que incluyen problemas financieros, enfermedades crónicas, dolor y rupturas de relaciones amorosas (OMS, 2019). De ahí la importancia de reconocer a la ruptura amorosa como crisis y la necesidad de ser abordada desde el ámbito de la psicología de la salud y clínica.

Intervención cognitivo conductual en casos de ruptura amorosa

Dentro de los antecedentes directos de las terapias psicológicas de tercera generación o contextuales, una de las pioneras fue la terapia cognitiva propuesta por Aarón T. Beck, la cual, bajo la corriente cognitiva, hace alusión a diversas intervenciones terapéuticas que varían una de otra en función del grado en el que enfatizan el trabajo en áreas cognitivas, pero también sobre elementos conductuales o viceversa (Calderón, 2004).

El modelo cognitivo genérico propuesto por Beck ha sido desde sus inicios una propuesta basada en evidencia, el cual, ha evolucionado y se han incorporado distintas actualizaciones que han permitido que se puedan abordar una serie de problemáticas de diversa índole, incluidos los trastornos de personalidad o caracterológicos (Beck & Haigh, 2014). Es importante aclarar que, a pesar de la evolución del modelo, se conserva la premisa que da origen a esta corriente denominada: el ABC de la terapia cognitiva. Beck, define este concepto como la relación que existe situación, pensamiento y emoción, cuya expresión es la conducta humana (Beck, 1995). Todas estas formas de terapia tienen como elemento central la premisa de que lo que pensamos tiene que ver con la etiología y el mantenimiento de los síntomas psicológicos que exhibimos, y por tanto de los posibles trastornos que se pudieran presentar en el individuo (Calderón, 2004).

Las intervenciones desde el modelo de terapia cognitivo conductual de tercera generación son parte de una corriente basada en la terapia de Beck, pero con elementos estructurales y de aprendizaje del conductismo, así como la integración del componente contextual; integran cuatro elementos esenciales en el abordaje de casos: explicación, mecanismo causal, tratamiento y criterio de eficacia (VargasMendoza, 2006). Lo anterior, permite orientar el trabajo no solo hacia la eliminación de síntomas y reducción de malestar asociado, sino la adquisición de nuevas habilidades, capacidades o el desarrollo de aptitudes propias que promueven la funcionalidad, la adaptación y el bienestar.

La terapia cognitivo conductual tiene una eficacia significativa, con base empírica en abordajes de problemas relacionados con parejas e individuos (Chambless, 1998), tanto en fases de mantenimiento o resolución de conflictos, como cuando la problemática deriva de la ruptura de esta, es decir, la ruptura de la relación amorosa.

En su aplicación en casos de ruptura amorosa, tanto desde la perspectiva individual, como grupal, se ha encontrado evidencia en la disminución de síntomas ansiosos, depresivos, construcción de mayor independencia respecto a los otros, e incremento de valoración positiva respecto la comprensión de procesos de rupturas amorosas, y un consecuente mayor nivel de adaptación a estas circunstancias (Quinney & Fouts, 2008). Otras investigaciones, con poblaciones de distintas características, pero que tienen en común el tema de ruptura amorosa, han mostrado resultados positivos con evidencia que apunta a un incremento al nivel general de salud mental positiva en general. (Navarro, 2020)

Lo anterior, se encuentra en consonancia con el propósito fundamental de las intervenciones bajo este modelo, el cual tiene como objetivos reducir la cantidad de estrés en los consultantes, así como paralelamente, aumentar su capacidad de adaptación. Lo que promueve el intercambio de conductas y pensamientos problemáticos, por nuevas formas de procesar información, dentro de los cuales el elemento central es la metacognición, es decir, reflexionar activamente sobre el propio pensamiento. (Calderón, 2004).

Método


Es un diseño de estudio de caso único, de enfoque cualitativo, de tipo descriptivo, en el cual se presenta un proceso de intervención psicoterapéutico en un caso de ruptura amorosa, bajo el modelo de intervención cognitivo conductual.

Participante


Se aborda el caso de una mujer, consultante de 23 años, originaria de Villahermosa Tabasco, quien se encuentra atravesando por una ruptura amorosa.

Motivo de consulta y descripción de problemas


La consultante acude a consulta para trabajar la ansiedad que ella considera tener, la cual ha empeorado debido a la terminación de su relación con su novio hace casi tres meses. Refiere que no es la primera ve que esto sucede, esta es la segunda ruptura con esa pareja, y comenta que, aunque reconoce que la situación actual no es su responsabilidad, ella no lo siente así, expresando sentimientos de culpa. Asimismo, verbaliza sentir mucha tristeza respecto al hecho ya que considera que “tenían algo especial” (sic consultante) y no sabe si será capaz de tener otra relación igual.

También refiere sentirse menos productiva y que esto ha afectado su funcionamiento diario, razón por la cual decidió pedir ayuda, con la intención de no seguir perturbando sus actividades diarias ni su rendimiento. Finalmente comenta que le gustaría dejar pasar las cosas, aceptar y confiar más en ella misma, y dejar de sentirse ansiosa y vulnerable, porque explica que antes de la ruptura y probablemente de la relación, se percibía más segura de sí misma.

Historia del problema


La consultante menciona que la relación con la pareja de la ruptura comenzó hace tres años aproximadamente. Primero comenzaron siendo amigos y unos meses después se hicieron novios. Describe la relación como llena de emociones intensas, alegrías y vivencias, no obstante, es en el marco de esta que ocurrieron sus primeros “problemas de ansiedad” (sic consultante). Describe a su expareja como seductor, pero un poco controlador, por lo que comenzó a sentirse insegura respecto a mensajearse con amigos. Comenta que no es que él la haya presionado sino fue ella misma quien refería esta inseguridad.

También comenta que su mamá simpatizó mucho con su expareja y que cuando no se sentía controlada por este, lo sentía por su madre, quien organiza toda su agenda. Por ello refiere que el tiempo en la universidad fue una época que aprovechó para disfrutar con su expareja. Existió una primera ruptura, la cual se dio un año antes de la actual cuando aún estaban en la universidad, y que dice que ahí sintió las primeras manifestaciones de ansiedad, agitación y mucha tristeza.

Esto sucedía especialmente cuando se desocupaba y no tenía mayores actividades, momento en el que se encerraba en su cuarto. Comenta que, aunque hablaba con su mamá al respecto, siempre lo hacía de forma superficial, ya que temía expresarle lo que en realidad sentía por temor a que la “vea mal” (sic consultante). Expresa que a su padre definitivamente no le comentaba nada.

En su cuarto es donde se acostaba a reflexionar acerca de su situación y cuando se sentía rebasada, lloraba. Expresa que a los dos meses él le ofreció regresar y ella de inmediato aceptó. Se sintió feliz de nuevo y se sentía ilusionada. Sin embargo, siempre sentía temor de que la dejara, hecho que ocurrió hace unas semanas, por lo que su temor más grande ocurrió, sintiéndose “tan mal como la vez anterior” (sic consultante). El cese de la relación es referido como unilateral por parte de su pareja quien comenta que necesita “tiempo para ordenar su vida” (sic consultante); sin embargo, la consultante refiere que esto no le genera ningún consuelo.

Hoy día se siente igual de triste que la primera vez, ansiosa por no poder llevar una vida “normal” (sic consultante) y angustiada de que no volverá a encontrar otra pareja igual. Derivado de esto, actualmente presenta aislamiento, inactividad, sentimientos de tristeza, visión negativa del futuro, porque aunque sabe que no es la culpable, comenta sentirse con culpa del cese de la relación.

Instrumentos administrados y puntajes obtenidos

  • Inventario de Depresión de BeckII, 2011 (BDI II): 15 (Depresión leve).
  • Medida de síntomas transversales del nivel 1 del DSM5 autoevaluada: adultos, 2014: Problemas para dormir (3); pro blemas de trastorno de alimentación (7); depresión (3); y comenta que hubo pensamientos suicidas hace 5 años.
  • La escala de afecto positivo y negativo de Watson, 1988 (PANAS): afecto posi tivo (16), afecto negativo (12). Puntajes altos de emociones opuestas (alegre/ triste).
  • Escala de dificultades para regular emo ciones de Gratz y Roemer, 2004 (DERS): 31 moderada, énfasis en reactivo 3
    el cual enfatiza su visión negativa del futuro.
  • Inventario de Ansiedad de Beck, 2011 (BAI): 22 moderada (ansiedad moderada).
  • Cuestionario de esquemas de Young, 1998 (YSQ II): aislamiento social (9), fracaso (12), disciplina insuficiente (11), dependencia (11).
  • Entrevista clínica semiestructurada de elaboración propia y observación clínica: se observa a la consultante orientada en las tres esferas, con discurso fluido de contenido de angustia. Fase de tris teza, cooperadora y cordial, con mo derada higiene y aliño. Responde de manera puntual a los cuestionamien tos realizados, mostrando consciencia del estado anímico que exhibe. Se observa que su apariencia y discurso coincide con el estado anímico que ella misma describe.

Conceptualización cognitivaconductual del caso

Lista de problemas

  • Aislamiento: debido a que no puede expresar sus emociones con otros se encierra a llorar en su cuarto.
  • Inactividad/tristeza: esto la lleva a dejar de hacer su rutina diaria.
  • Ansiedad: en combinación con la tris teza, acentúan su preocupación y su visión negativa del futuro.
  • Inexpresividad emocional: no expresa las emociones que le generan malestar, ú en su cuarto, aislada.

 

Agentes precipitantes y disparadores

El precipitante actual es la ruptura con su expareja, no obstante, se infiere que la primera ruptura fue un primer detonante, con lo cual la consultante experimentó la sintomatología que hoy describe. También se reconoce la influencia de la madre y el control que esta ejerce como un estresor que detona en primera instancia algún grado de ansiedad.

Análisis transversal de las cogniciones y conductas actuales

La consultante presenta rasgos ansiosos, los cuales en combinación por la tristeza derivada de la ruptura y un autoconcepto deficiente que probablemente se modeló en parte bajo los estándares de control de la madre, originan que magnifique el fracaso de la ruptura con su novio, como un posible fracaso de vida. Una dificultad añadida es la falta de confianza con su padre, con quien todavía no es capaz de compartir todas sus emociones; ante una madre rígida y controladora y un padre distante decide expresar solo una parte de lo que en realidad siente. Esta estrategia de represión provoca que su cuarto sea el único lugar de desahogo, razón por la cual inicia un ciclo de encierro y aislamiento, que acentúan su tristeza y han hecho que este episodio se presente con sintomatología depresiva, que a su vez dispara los síntomas ansiosos: el ciclo se repite. Respecto a otras fuentes de apoyo la persona describe un grupo muy reducido de amistades con los cuales no socializa esta problemática de forma extensa.

Análisis longitudinal de las cogniciones y conductas


La consultante crece con un padre ausente por cuestiones laborales, razón por la cual la madre cumplió dos funciones. No obstante, la dinámica descrita parece indicar que esta, la madre, se orientó hacia la disciplina y el control, y la abuela quien cumplió el papel de la madre cuidadora en el pasado, dejó de estar en contacto con ella.

Aunado a esto, la conducta de la consultante describe elementos para considerar que fue modelada por sus cuidadores para evitar dar problemas a los demás, por lo que se infiere una tendencia a la autoexigencia en “estar bien”, estrategia en la cual los sentimientos y las manifestaciones emocionales son vistas como señal de “estar mal”.

Por lo anterior se confirman los hallazgos en los instrumentos respecto a esquemas de aislamiento, sobrecompensación para evitar el fracaso, así como una tendencia hacia el perfeccionismo clínico, bajo los estándares de estar bien todo el tiempo. Partiendo de lo anterior, y ante el escenario de una ruptura amorosa, es probable que el hecho impacte en la percepción de estar experimentando un fracaso o ser un fracaso, por lo que, al no permitirse expresar la emoción, se aísla.

Fortalezas y recursos


Es una joven proactiva, colaboradora, con un gran sentido de responsabilidad y compromiso hacia su familia. Cuenta con redes de apoyo que no explota para lidiar con sus emociones.

Hipótesis de trabajo


Bajo el esquema de defectuosidad, la consultante lo sobrecompensa en la búsqueda de la perfección; es decir no dar problemas, lo que origina que sus estrategias evitativas se activen ante la situación de tristeza derivada de la pérdida en este caso, pero de manera general ante las situaciones que le generan malestar emocional. Evita expresar las emociones y cuando el malestar es muy agudo, se aísla para poder expresarlo, con los consecuentes efectos en su estado de ánimo y funcionalidad este lugar donde se activa su modo vulnerable y puede expresar las emociones internas.

 

Tabla 1

tabla2

tabla3

tabla4

 

Plan de tratamiento Objetivos


Problema 1: Aislamiento.
Objetivo general: Modificar la tendencia al autoaislamiento.
Objetivo instrumental: modificar pensamientos asociados a la estrategia de autoaislamiento, explorar las redes de apoyo existentes para mejorar sus vínculos.

Problema 2: Inactividad/tristeza.

Objetivo general: Incrementar los niveles de actividad.
Objetivo instrumental: aumentar actividades en general, al mismo tiempo que implementar activación conductual, especialmente con actividades que eran placenteras en el pasado.

Problema 3: Ansiedad.
Objetivo general: Incrementar la tolerancia a la ansiedad.
Objetivo instrumental: Reconocer las propias emociones, aceptar la ansiedad como parte de sus propias emociones, modelar estrategias alternas para lidiar con el malestar.

Problema 4: Inexpresividad emocional. Objetivo general: Expresar las emociones de una forma funcional y asertiva.

Objetivo instrumental: Experimentar las emociones en general, y las emociones que generan ansiedad en particular. Reconocer su propia vulnerabilidad y la necesidad de expresar las propias emociones.

Propuesta de tratamiento psicoterapéutico

Se propuso como parte del plan de tratamiento, que en las primeras dos sesiones se enfocará en aplicación de instrumentos para establecer una línea base, para posteriormente comenzar a psicoeducar con el modelo cognitivo. A la par que se le brinda la posibilidad de expresar emociones, se le dedica tiempo a fortalecer el vínculo terapéutico.

A partir de la tercera sesión se propuso comenzar a trabajar en activación conductual e identificación de pensamientos automáticos, relacionados con las estrategias evitativas. Se propone explorar en las sesiones subsecuentes los pensamientos asociados a la imposibilidad de expresar sus emociones con los demás, así como acerca de otras estrategias funcionales respecto a la modificación conductual de comportamientos como el autoaislamiento y la inactividad.

Finalmente, se abordaría el esquema de defectuosidad y el aislamiento, así como la tendencia al perfeccionismo como medidas para evitar la expresión emocional. Se sugiere un trabajo con modos que parten de la teoría de esquemas de Young. También se considera la posibilidad de trabajo con mindfulness para que la consultante pueda manejar sus manifestaciones ansiosas, así como entrenamiento en asertividad y regulación emocional.

Sesiones

Sesión 1 y 2


Objetivo: Entrevista y aplicación de instrumentos
Contenido: La consultante es entrevistada, se muestra cooperadora y cordial, angustiada por su situación. Responde a todos los cuestionamientos, no se presentan obstáculos. Como tal solo se muestra escucha empática y se brinda la oportunidad de expresar emociones. Se aplicaron algunos de los instrumentos, los más breves, el resto se envía para contestar a modo de autorreporte. Los instrumentos autoadministrados fueron recibidos vía digital y evaluados antes de la tercera sesión para realizar la conceptualización de caso. Se psicoeduca sobre el modelo cognitivo-conductual.

Sesión 3


Objetivo: Presentación de conceptualización cognitiva, socialización de los objetivos.

Contenido: Se le evalúa el estado emocional, se socializa la conceptualización y los posibles beneficios de abordaje bajo el modelo de intervención. Se psicoeduca sobre la relación entre inactividad y depresión. Se exploran actividades placenteras de pasado; se explora la posibilidad de implementar de estas actividades en su rutina diaria para romper el ciclo de aislamiento, inactividad y tristeza. Se obtiene información relevante respecto a la dinámica relacional con el padre; se asignan tareas conductuales (desayunar más temprano, dormir más temprano, tomar siesta) derivadas de la conceptualización; se le invita a realizar actividades de ocio con el padre.

Sesión 4


Objetivo: Explicar el modelo cognitivo/explorar pensamientos automáticos y su relación con ansiedad.
Contenido: Se evalúa el estado de ánimo, se explora cómo le fue en las tareas asignadas, con énfasis en identificar resultados positivos. La consultante comenta que tuvo dificultades para realizarlo. Se replantean las situaciones, se asigna como próxima actividad. Además, se socializa sobre el modelo cognitivo, respecto a la relación entre situación, pensamiento, emoción y conducta, y se exploran los pensamientos automáticos asociados a las situaciones de tristeza, ansiedad y asilamiento. Se le dificulta a la consultante la identificación inicial, se modela con ejemplos. Se obtiene información acerca de la relación con la madre y la posibilidad de compartir con ella las emociones que experimenta. Se asigna la elaboración de un registro semanal de pensamientos automáticos, además de continuar con las actividades asignadas en la sesión anterior con los ajustes establecidos.

Sesión 5


Objetivo: Reflexionar acerca de las estrategias disfuncionales de afrontamiento mediante cuestionamiento socrático y descubrimiento guiado.
Contenido: Se realiza exploración del estado de ánimo, la consultante se muestra expresiva y solicita abordar una temática respecto a un desacuerdo con la madre. Se le brinda la oportunidad de explorar las cogniciones y emociones asociadas. Además, se guía para el descubrimiento de estrategias disfuncionales empleadas por la consultante. Mediante cuestionamiento socrático se posibilita la identificación de respuestas alternativas ante posibles problemas relacionales con la madre. Respecto a su expareja, expresa que establecieron una relación de amistad, pero menciona que a partir del trabajo realizado en las sesiones anteriores puede percibir que el joven “ya no le gusta como antes” (sic consultante); cierra ese momento de la sesión con la frase “equis somos amigos” (sic consultante). Se le realiza un cuestionamiento socrático acerca de las expectativas realistas sobre el manejo de emocione en las que las reconoce, en especial enojo, y se aborda la aceptación de los estados emocionales como parte de la vida cotidiana. Se le asigna la tarea próxima en el registro semanal, con las adecuaciones señaladas, además de fortalecer el vínculo terapéutico.

Sesión 6


Objetivo: Reflexionar respecto a estrategias disfuncionales de afrontamiento y estrategias de resolución de conflicto.

Contenido: La consultante solicita abordar dos temáticas que le generan enojo y frustración. En la primera describe que su expareja le solicitó jugar un juego en línea, pero al estar ocupada y negarse, este tomó una actitud negativa. La consultante refiere que habló con él externándole que “no eran nada, solo amigos” (sic consultante) y que no era su deber estar disponible para él. La segunda situación fue una exploración respecto a sentimientos de enojo hacia su madre, por exigencias que la consultante considera infundadas, pero con énfasis en el manejo que la consultante les da a estas situaciones, que es no expresar las emociones que experimenta. Se explora respecto a la posibilidad de implementar esas consideraciones en futuros eventos, y de comentar su visión personal de las situaciones con su madre. Se explica y modela el llenado de un registro de pensamientos disfuncionales (RPD), mismo que incluye respuestas alternas a las brindadas en las situaciones. Se asigna de tarea realizar el llenado del RPD, en las situaciones que puedan presentarse hasta la próxima sesión.

Sesión 7


Objetivo: Fortalecimiento de estrategia de solución de problemas, así como toma de decisiones mediante autocuestionamiento socrático y descubrimiento guiado en sesión.

Contenido: Se revisan tareas asignadas, así como una evaluación del estado de ánimo. Se explora una nueva situación con la madre, en donde la consultante logra expresarle que “la presiona” (sic consultante). Se exploran emociones asociadas al evento, pero también a otros que comparten la misma expresión emocional. Se explora la solicitud de la expareja de regresar de nuevo, es decir, tener una relación otra vez, a lo que la consultante expresa nostalgia, pero también enojo dadas las dos experiencias previas. Se trabaja socráticamente para que la consultante reconozca sus habilidades de asertividad empleadas en el manejo de ambas situaciones, pero también e el impacto que sus decisiones tienen en los demás. Se asigna como tarea continuar todas las indicaciones previas.

Sesión 8


Objetivo: Revisión y clarificación de avances.

Contenido: Se evalúa el estado de ánimo, se realiza revisión de actividades asignadas, encontrándose a la consultante con diversas temáticas de interés para abordar en la sesión. habla respecto a su mascota, la cual fue sometida a una cirugía, situación que le generó preocupación. Muestra preocupación por temas familiares relacionados con una situación de posible desastre natural que involucraba a sus abuelos (inundación). Se identifican avances en la implementación de rutinas saludables, siendo un área de mejora el desayunar antes de las 9:00 a.m. con la intención de que se organizará mejor en sus horarios. Se reconoció una nueva perspectiva de la consultante hacia las exigencias de la madre, a la vez que la posibilidad de responder de una forma distinta a su tendencia de sometimiento, al emplear comunicación asertiva y evaluación de contingencias. Surge un recuerdo acerca de su expareja, específicamente de una infidelidad que él cometió, se explora el contenido y reflexiona acerca de la relevancia actual. La consultante expresa haber por fin perdonado a su expareja, y refiere haber “dejado de idealizarlo, ya que ahora ya somos amigos” (sic consultante). Reconoce la importancia de tener horarios de sueño, y que el dormir no es una estrategia funcional, ya que a pesar de que le permite evitar situaciones, genera problemas al realizar otras actividades y con el manejo de emociones. Refiere también preocupación por un curso universitario, en concreto el examen de ingreso, pero al mismo tiempo expresa confianza en el desempeño mostrado. Se asigna como actividades, continuar con el establecimiento de horarios, reforzar las actividades de ocio además de rutinas con el padre, y con la madre se invita a continuar expresando asertivamente sus emociones y puntos de vista.

Sesión 9


Objetivo: Retroalimentación del proceso y preparación para finalización.

Contenido: Se encuentra a consultante con estado de ánimo estable, perspectiva positiva acerca de su futuro, aplica estrategias asertivas en la toma de decisiones, expresa sus emociones, acude a sus redes de apoyo. Se enfatiza la importancia de hacerse cargo de aquellas cosas que le generan conflicto y no esperar a que se resuelvan de forma circunstancial. La joven expresa estar más estable emocionalmente, ya no refiere sintomatología ansiosa, y en la observación clínica se percibe asertiva decidida, aún prevalece tendencia a procrastinar. Se deja experimento conductual de convivencia con padre. Se espera realización de actividad y relato de experiencia. Se asigna continuar con el establecimiento de rutina diaria saludable respecto a hábitos de sueño y alimentación; se comenta con la consultante que esta próxima a concluir el proceso.

Sesión 10


Objetivo: Prevención de recaídas y despedida.

Contenido: Se encuentra a consultante con estado de ánimo estable, perspectiva positiva acerca de su futuro, aplica estrategias asertivas en la toma de decisiones, expresa sus emociones, acude a sus redes de apoyo. Se enfatiza la importancia de hacerse cargo de aquellas cosas que le generan conflicto y no esperar a que se resuelvan de forma circunstancial. Se refuerzan estrategias de diálogos socráticos, descubrimiento guiado, asertividad, así como una exploración del modelo cognitivo en las situaciones que enfrentó a lo largo del proceso. Se solicita que describa los aprendizajes logrados y se le invita a continuar fortaleciendo las estrategias y herramientas adquiridas en el proceso. No se implementó el mindfulness, dado que se consideró que, con las intervenciones realizadas, se lograron los objetivos propuestos. Se deja invitación abierta para brindar apoyo, si en algún otro momento en el futuro, la consultante requiere acompañamiento psicológico.

Discusión y conclusiones

La ruptura amorosa en algunas personas, como la consultante del caso descrito, puede generar afectaciones que impactan negativamente tanto la salud mental, como la salud física de quien la experimenta (Ponce & Pinto, 2020). Esto puede derivar en una pérdida significativa de bienestar (Navarro, 2020). Asimismo, como planeta Boss (2001), esta ruptura puede ser percibida como una pérdida de tipo ambiguo, experimentando estados afectivos y cognitivos negativos, los cuales impactan las relaciones sociales del contexto del individuo.

Las intervenciones bajo el modelo cognitivo conductual tienen el propósito fundamental de reducir la cantidad de estrés en los consultantes, así como paralelamente, aumentar su capacidad de adaptación, lo que es particularmente útil en situaciones como una ruptura amorosa, donde las personas pueden percibir que sus recursos personales y estrategias de afrontamiento resultan insuficientes. El proceso de intervención descrita, se planteó objetivos primarios de intervención de reducción de aislamiento inactividad, consideradas estrategias disfuncionales, mediante activación conductual, pero se identificó que era igual de relevante el establecimiento de rutinas saludables, de sueño y alimentación, las cuales impactaban negativamente en el nivel de estrés y ansiedad, por ello se agregó este componente a la propuesta inicial.

De la misma forma, los objetivos de incrementar los niveles de tolerancia a la ansiedad derivada de diversas situaciones y reducir la inexpresividad emocional, se abordaron mediante un fuerte trabajo en cuestionamiento socrático, complementado con descubrimiento guiado y en menor medida experimentos conductuales. La consultante mostró una gran receptividad a las intervenciones cognitivas, como las previamente descritas, mismas que promueven el intercambio de conductas y pensamientos problemáticos, por nuevas formas de procesar información, dentro de los cuales el elemento central es la metacognición, es decir, reflexionar activamente sobre el propio pensamiento. (Calderón, 2004). Este apartado específico fue un gran apoyo para el trabajo con las emociones, particularmente frustración, enojo y tristeza, con las cuales la consultante empleaba la estrategia de evitación y represión, con consecuencias negativas, mismas que elevaban su nivel de ansiedad y al mismo tiempo mantenían la sintomatología depresiva.

Se considera significativo el trabajo realizado respecto a historizar (poner en perspectiva las experiencias), particularmente con tres personas significativas en la vida de la consultante: su expareja, su madre y su padre. Se exploraron las emociones que se activaban al momento de compartir cada relato, lo que permitió identificar estrategias disfuncionales, clarificar el impacto en la consultante y aplicar estrategia de resolución de conflicto y toma de decisiones en el desarrollo de nuevas formas de afrontar las distintas situaciones en la vida de la consultante.

Finalmente se considera que se lograron los objetivos terapéuticos, con algunas adecuaciones al plan original, lo que es esperado, dado que una intervención psicológica no es un plan manualizado. La intervención bajo el modelo cognitivo conductual en este caso de ruptura amorosa derivó en un resultado que coincide con la evidencia documental explorada en la disminución de síntomas ansiosos, depresivos, así como en la construcción de mayor independencia respecto a los otros, e incremento de valoración positiva respecto la comprensión de procesos de rupturas amorosas, y un consecuente mayor nivel de adaptación a estas circunstancias (Quinney & Fouts, 2008).

Sirva esta experiencia para enfatizar que las intervenciones bajo el modelo cognitivo conductual pueden generar un beneficio en las personas que acuden por apoyo psicológico que no se encuentra asociado a condiciones o trastornos de salud mental, sino por crisis existenciales o transitorias asociadas al curso de la vida cotidiana. Que una intervención con estructura funge como lineamiento, pero que al mismo tiempo no es inflexible en el curso de las intervenciones psicoterapéuticas. Así como, que en la medida en que se realicen adecuaciones, derivadas del conocimiento más amplio que se tiene de la otra persona como consecuencia de una interacción en el contexto de la sesión, esta revestirá mayor potencial de eficacia. El presente caso es un ejemplo más de las aplicaciones de la psicología, y sus intervenciones, en mejorar el estado de bienestar de los individuos, la salud mental y el bienestar emocional, que son parte de su salud integral.

Es importante reconocer que como se señaló en los principios generales de tratamiento, ante las crisis de la vida es fundamental promover la aceptación, y para ello se requerirá algún grado de exposición, siendo el espacio de psicoterapia uno con algún grado de control y seguridad. Los psicoterapeutas cuentan con herramientas, estas son las técnicas, siendo de particular relevancia el vínculo terapéutico, el cual no se debe asumir como inmediato, sino que es el resultado de una interacción promovida por el tratante, con un propósito. El fin último es brindar argumentos que sirvan de sustento y promuevan la motivación al cambio, siendo este el resultado de ajustes en las conductas actuales, lo que incluye lo que se observa, pero también aquello que no es visible, como la conducta verbal encubierta a la que llamamos pensamiento, y que en ocasiones tiene un rol central en el sufrimiento humano.

 

Referencias

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