Vladimir Balderas Mondragón

Coordinación de Extensión, Vinculación y Desarrollo Social
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kilómetros por la salud

Correr es mucho más que un ejercicio físico; es una forma de reconectar con el mundo y con uno mismo. Cuando los pies tocan el suelo en un ritmo constante, algo casi mágico sucede: la mente se despeja, el corazón late con fuerza y el cuerpo recuerda su capacidad de moverse, de resistir, de vivir plenamente. Correr, para muchos, es tanto un acto de libertad como de disciplina, un momento de introspección que transforma la cotidianidad en un espacio de renovación.

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El primer beneficio de correr, y el más evidente, es el impacto positivo en la salud física. Este hábito mejora la resistencia cardiovascular, fortalece el corazón y reduce el riesgo de enfermedades como la hipertensión y la diabetes tipo 2. Además, al ser un ejercicio aeróbico, ayuda a quemar calorías, tonificar los músculos y mantener un peso saludable. Pero los efectos no terminan ahí. El movimiento continuo estimula la densidad ósea, fortaleciendo los huesos y previniendo condiciones como la osteoporosis. Cada zancada, cada gota de sudor, es un recordatorio de que el cuerpo humano está diseñado para moverse, para desafiar sus propios límites y encontrar en ello un nuevo equilibrio.

Sin embargo, los beneficios físicos son solo una parte del cuadro completo. Quizá uno de los mayores regalos de correr reside en su impacto en la salud mental. En un mundo saturado de notificaciones, compromisos y preocupaciones, correr ofrece un refugio, un espacio donde la mente puede respirar. Estudios han demostrado que el ejercicio regular estimula la producción de endorfinas, también conocidas como las hormonas de la felicidad, que reducen el estrés y mejoran el estado de ánimo. Pero más allá de la química cerebral, está la experiencia subjetiva: esa sensación de claridad y paz que llega después de varios kilómetros, cuando los problemas parecen más pequeños y las soluciones más alcanzables.

Correr también se convierte en un acto de autoconocimiento. En cada kilómetro, el cuerpo habla: los músculos gritan, los pulmones se expanden, el corazón late con fuerza y uno aprende a escuchar esos mensajes. Es un proceso de exploración personal, de descubrir los propios límites y aprender a superarlos, no por una competencia externa, sino por el simple placer de sentirse vivo. En el camino, uno también aprende a lidiar con la incomodidad, a abrazar el esfuerzo como parte del proceso de crecimiento.

La regularidad en el ejercicio también mejora la calidad del sueño, afina la concentración y fortalece el sistema inmunológico. Aquellos que corren con frecuencia suelen experimentar una mayor energía a lo largo del día y una capacidad ampliada para manejar el estrés. Además, el correr al aire libre ofrece beneficios adicionales: respirar aire fresco, absorber la luz del sol y conectarse con la naturaleza son pequeños lujos que alimentan el espíritu y revitalizan la mente.

Correr, además, nos conecta con una tradición ancestral. Desde los primeros humanos que recorrían grandes distancias para cazar y sobrevivir hasta los maratonistas modernos que desafían sus propios límites, este acto nos recuerda nuestra esencia. Cada paso es un eco de quienes nos precedieron, una afirmación de que seguimos aquí, en movimiento, conquistando el tiempo y el espacio.

Y no es necesario comenzar con grandes hazañas. Basta con dar el primer paso. Salir una mañana cualquiera, sentir el aire en la cara, escuchar el ritmo de la respiración y dejar que el cuerpo haga el resto. Con el tiempo, la distancia crece, el ritmo mejora y la conexión con uno mismo se profundiza. Porque correr, al final del día, no es solo un ejercicio, es un ritual, una forma de decirle al mundo y a uno mismo: “aquí estoy, presente, vivo y listo para lo que venga”.

 

Es por ello que la Universidad Abierta y a Distancia de México invitó a egresadas, egresados, a la comunidad UnADM y al público en general a participar en Kilómetros por la salud, una iniciativa abierta que busca promover la actividad física y concientizar sobre la importancia de mantener un buen estado de salud.

A partir del 28 de octubre cada día del año, a la hora que prefieran y en el momento que elijan, los participantes pueden sumar la distancia recorrida en el tablero virtual de  Kilómetros por la salud, contribuyendo así al conteo global acumulado por todas y todos.

 

Visita el arranque de Kilómetros por la salud: https://t.ly/lt6YG