Dentro del “Ciclo de Conferencias desde la UnADM en 2023” y con el fin de mantenerse en contacto con otras instituciones, el 23 de febrero del 2023 se abrió el periodo con la Escuela Judicial Electoral (EJE). En el conversatorio estuvieron presentes: Lilian Kravzov Appel, rectora de la Universidad Abierta y a distancia de México (UnADM), Ángel Alameda Pedraza, secretario general de la UnADM, Maricela Chaparro Fuentes, responsable del programa educativo de Derecho de la UnADM, y Rubén Becerra Vertiz, académico ponente. El motivo fue el convenio de capacitación para los estudiantes con el fin de alimentarlos con nuevos conocimientos y herramientas para su formación profesional con temas actuales y pertinentes.

Rubén Becerra habló sobre uno de los asuntos que ha resuelto el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF): la transformación del esquema de comunicación social que en sus inicios pasó de la radio a la tv (elementos naturales de la información durante mucho) a la explosión de la información a través de las redes sociales. Ahora la información es inmediata y el flujo informativo es novedoso y ágil. El punto de inflexión sobre el cual dictaminó el TEPJF fue en el uso del internet y las redes sociales como medio de influencia electoral.

Para esto, Rubén Becerra, se refirió a las nuevas figuras que han aparecido en el panorama digital (influencers y youtubers) que han dejado de lado a los antes productores de información: los periodistas, quienes eran los encargados de procesar y difundirla críticamente. Es en estos espacios novedosos donde el Estado debe intervenir, afirmó, para fortalecer estas herramientas “con el fin de cuidar el sano ejercicio de los derechos”. El Estado es quien debe proteger el espacio digital.

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Un dato curioso e importante fueron las cifras de ganancias que un youtuber o influencer puede recibir: “La ganancia económica dependerá del número de seguidores que tenga”, dijo, entre cuyos parámetros están:  

Si una campaña sobre un producto ronda los 100,000 pesos, por decir alguna cosa, al influencer más o menos le corresponderán unos 15,000 pesos aproximadamente por difundir una campaña promocional. Pero si ya hablamos de que tiene, por ejemplo, diez mil seguidores, cualquier comunicado que haga podría beneficiarle sobre un aproximado de 4,000 pesos aproximadamente. Y evidentemente si llegamos a cifras como de tres millones y medio de seguidores, normalmente, por cada anuncio que lleve a cabo el influencer recibirá un aproximado, en México, de 140,000 pesos, aproximadamente.

Este hecho lucrativo ha traído como consecuencia una búsqueda para llegar a más personas por sobre el serio y objetivo análisis de la información, lo que obedece a una demanda del mercado y no a un ejercicio crítico del periodismo.  Se ha llegado a la posverdad: la eliminación de los datos duros que la agenda pública debería estar discutiendo o debatiendo en aras del entretenimiento. El discurso y la narrativa han cambiado, ya no se abordan temas que hieran la sensibilidad del espectador sino se procura la demanda del placer fácil, cómodo e inmediato.

Estos antecedes han hecho que las redes sociales tengan un impacto incalculable no solo sobre la transmisión o recepción de la información, sino también en la difusión que se puede hacer de esa información, como las campañas electorales. Es por ello que en la parte central de la renovación de poderes (las elecciones), la comunicación digital ha sido decisiva en las campañas, las que ahora se libran en espacio hasta hace unos años, exento de regulaciones.

 

El Estado, subrayó Rubén Becerra, debe garantizar la seguridad e imparcialidad en los medios digitales. La ponencia completa está en el Canal UnADM, en YouTube, y se puede acceder a ella desde aquí.