Mauricio Betancourt

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Introducción

Los grandes retos que nos presenta el mundo digitalizado como la ciberseguridad (tanto en la vida diaria como en las universidades), la privacidad o las fake news nos hacen vulnerables en muchos sentidos. Si bien, estos temas aparecen más en películas, series o novelas (pienso, por ejemplo, en la película The Net, de 1995, con Sandra Bullock en el protagónico, sobre una programadora que descubre secretos gubernamentales y es perseguida por los villanos), o en literatura, como en la novela de culto Newromancer, de William Gibson (1984), sobre un grupo de hackers que trabajan para una inteligencia artificial. Entonces me pregunto: ¿qué sucede con la poesía? Donde por definición, es una manifestación de la belleza (RAE) y esta expresión ha sido generada desde los sentimientos y emociones de las personas.

Responderla me lleva al pasado. A un movimiento literario aún incomprendido; aún desdeñado por las buenas conciencias, según Carlos Fuentes dixit (1980): el estridentismo. De eso hablaré en este artículo.

En las primeras décadas del siglo XX hubo una auténtica fiebre de ismos, movimientos artísticos que surgían, efímeros, en su mayoría; otros, tan importantes que marcaron el rumbo de las artes –la literatura está incluida– en el resto del siglo XX y en lo que va de este. El más importante surgió en Inglaterra: el Modernismo (circa 1885-1950), pero no hay que confundirlo con nuestro modernismo hispanoamericano (circa 1880-1917), donde Rubén Darío fue el máximo representante del modernismo literario en la lengua española. Hubo otros: surrealismo, cubismo, impresionismo, expresionismo y un largo etcétera.

Me concentro en el Futurismo. “El único deber: ser moderno[1](2014), apuntó a principios del siglo el escritor austriaco Hermann Bahr. H.G. Wells fue un entusiasta seguidor de este precepto. Autor de grandes obras de ciencia ficción, y por lo tanto, una voz relevante en señalar las distopías del futuro; pienso, por ejemplo, en The Island of Doctor Moreau (1896), The Invisible Man (1897), The War of the Worlds (1898), entre otras (2015).

Por esos años, en 1909, Filippo Tommaso Marinetti, publica su Manifiesto futurista (1909); sus ideas difieren radicalmente de la visión pesimista de Wells. El hecho es paradójico. Marinetti le apostó al futuro, esperó que fuera un mundo mejor, pero terminó apoyando también a la violencia, a consolidar el sentido de nacionalidad italiana. Por eso, no faltan los que opinan que el futurismo es un antecesor del fascismo.

Marinetti vio a la tecnológica, a los inventos de su época como la gran respuesta a la decadencia del pasado. ¡El automóvil de motor! ¡El aeroplano!, los grandes inventos y ¡bellos también! Escribe famosamente: “Declaramos que el esplendor del mundo se ha enriquecido con una nueva belleza, la belleza de la velocidad. Un automóvil […] es más hermoso que la Victoria de Samotracia” (p. 21, Manifiesto Futurista).

Fue, no lo dudo, el rescate tanto de la identidad nacional, como la esperanza de un futuro mejor, que dio pie al surgimiento del Estridentismo.

Estridentismo

Este movimiento se caracterizó por tratar los temas de lo urbano, lo moderno y lo cosmopolita, su principal divulgador es uno de nuestros grandes poetas: Manuel Maples Arce. Él también publicó su manifiesto en la revista Actual; en el primer número de 1921. Su esencia la explicó así: “[…] no es una tendencia, como creen algunos, ni mucho menos una escuela, como piensan otros […] es una subversión en contra de los principios reaccionarios que estandarizan el pensamiento de la juventud intelectual de América (1921)”.

Tan seguros estaban de sus posturas que no temieron entrar en sendas polémicas con los grupos ya establecidos, herederos de la ortodoxia mexicana cultural, como los contemporáneos, sobre todo. ¿Cómo podían los contemporáneos, cuyo ideario artístico y filosófico apoyar el estridentismo? Se encontraban en las antípodas. Los estridentistas postulaban posturas radicalmente diferentes. Ante todo, se definían como radicales y herméticos. Sus características notables fue que:

  • Buscaron acabar con los conceptos anquilosados (en su visión) sobre los héroes de la historia de Mé
  • Utilizaron el humor negro hacia los valores del pasado.
  • Fueron implacables contra los que se oponían a la modernidad.
  • Desecharon las normas gramaticales, apelan al uso y abuso de imágenes agresivas y violentas con fines claros: sorprender y angustiar al lector: épater le bourgeois[2] (Sobejano, s.f.), uno de los grandes lemas del romanticismo.

Tenían una visión decididamente optimista del futuro. Pensaban que ese era el camino del desarrollo de México. Pese a ser tipos inteligentes y cultos, cuya poesía hermética presentaba un reto al lector, no pudieron o no quisieron ver la quimera que representaba apostarle a un futuro siempre incierto.

Poetas estridentistas

Los poetas que iniciaron el movimiento siguiendo la propuesta de su manifiesto, son:

  • Manuel Maples Arce
  • Germán List Arzubide
  • Salvador Gallardo
  • Arqueles Vela Salvatierra

Veamos a detalle uno de los poemas esenciales de Maples Arce (1927):

CANCIÓN DESDE UN AEROPLANO

Estoy a la intemperie
de todas las estéticas;
operador siniestro
de los grandes sistemas,
tengo las manos
llenas
de azules continentes.

Aquí, desde esta borda,
esperaré la caída de las hojas.
La aviación
anticipa sus despojos,
y un puñado de pájaros
defiende su memoria.

Canción
florecida
de las rosas aéreas,
propulsión
entusiasta
de las hélices nuevas,
metáfora inefable despejada de alas.

Cantar
                        Cantar.

Todo es desde arriba
equilibrado y superior,
y la vida
es el aplauso que resuena
en el hondo latido del avión.

Súbitamente
el corazón
voltea los panoramas inminentes;
todas las calles salen hacia la soledad de los horarios;
subversión
de las perspectivas evidentes;
looping the loop
en el trampolín romántico del cielo,
ejercicio moderno
en el ambiente ingenuo del poema;
la Naturaleza subiendo
el color del firmamento.

Al llegar te entregaré este viaje de sorpresas,
equilibrio perfecto de mi vuelo astronómico;
tú estarás esperándome en el manicomio de la tarde,
así, desvanecida de distancias,
acaso lloras sobre la palabra otoño.

Ciudades del norte
                                    de la América nuestra,
tuya y mía;
                                    New-York,
                                    Chicago,
                                    Baltimore.

Reglamenta el gobierno los colores del día,
puertos tropicales
del Atlántico,
azules litorales
del jardín oceanográfico,
donde se hacen señales
los vapores mercantes;
palmeras emigrantes,
río caníbal de la moda,
primavera, siempre tú, tan esbelta de flores.

País donde los pájaros hicieron sus columpios.
Hojeando tu perfume se marchitan las cosas,
y tú lejanamente sonríes y destellas,
¡oh novia electoral, ¡carrusel de miradas!
lanzaré la candidatura de tu amor
hoy que todo se apoya en tu garganta,
la orquesta del viento y los colores desnudos.
Algo está aconteciendo allá en el corazón.

Las estaciones girando
mientras capitalizo tu nostalgia,
y todo equivocado de sueños y de imágenes;
la victoria alumbra mis sentidos
y laten los signos del zodiaco.

Soledad apretada contra el pecho infinito.
De este lado del tiempo,
sostengo el pulso de mi canto;
tu recuerdo se agranda como un remordimiento,
y el paisaje entreabierto se me cae de las manos.

 

Análisis

Los temas principales son la modernidad y la tecnología. El poema está escrito desde la perspectiva de un pasajero, maravillado ante las posibilidades que las nuevas tecnologías ofrecen. Es, ante todo, una reflexión sobre el progreso tecnológico y sus implicaciones en la experiencia humana.

           

Hay una nueva percepción del mundo: al estar en un avión, el narrador tiene una visión única y privilegiada del mundo desde las alturas. Esto conduce a una reflexión sobre la percepción del entorno, la naturaleza y la vida desde una perspectiva diferente a la habitual.

           

Por otro lado, está la fugacidad de la vida: el poema menciona la noción de que todo es efímero y pasa rápidamente, como las nubes que se desvanecen y los ríos que fluyen. La fugacidad de la vida es un tema recurrente en la poesía modernista.

En cuanto a la estructura y el estilo, la versificación es modernista, y está caracterizada por su musicalidad, así como tiene un enfoque de imágenes evocadoras y metáforas que buscan deslumbrar al lector, por ejemplo: esperaré la caída de las hojas. La idea de esperar el cambio de estación, el otoño, cuando las hojas de los árboles caen, representa la anticipación de un cambio trascendental, hacia ese futuro idealizado.

Vemos una más: y un puñado de pájaros
defiende su memoria. Los pájaros hacen la referencia al vuelo, a ver al mundo desde esa posición privilegiada, pero están representados aquí como jueces o guardianes de ese futuro que llega a romper todo, a mejorar todo.

Canción desde un aeroplano es un digno heredero del modernismo hispanoamericano y del futurismo. Nos hace una propuesta: reflexionemos sobre la experiencia de volar, la percepción del mundo desde las alturas y lo que esto implica en nuestra experiencia como ser humano moderno, un ser humano que ha llegado a las alturas. Nos lleva a un viaje sensorial que nos hace cuestionar nuestra relación con la tecnología, la naturaleza y la fugacidad de la vida.

A manera de conclusión

Mi tesis es que, si hoy estuvieran vivos estos autores estridentistas, los retos del actual mundo globalizado serían vistos por estos autores como una oportunidad, un camino para que México terminara de ser una nación desarrollada y, lo más importante: moderna, entendiendo como modernidad a un país con acceso pleno a la tecnología y con crecimiento económico, no solo para un pequeño grupo de personas, sino para la población entera.

Con la llegada de la inteligencia artificial, del Chat GPT y estas tecnologías inteligentes, considero que estos autores hubieran abrazado su uso. ¿Les habría preocupado si estas aplicaciones pueden escribir poemas futuristas o estridentistas? Maples Arce tenía convicciones muy fuertes y firmes, por tanto, se habría inclinado y sentido atraído por este tipo de instrumentos al inicio de su movimiento, por lo efímero que parece. Pues estos jóvenes de la década de los veinte habrían sido congruentes con los postulados estridentistas.

No compartirían la visión apocalíptica de pensadores como Yuval Noah Harari y Noam Chomsky.[3] ¿Quién tiene la razón? Si vemos hacia el pasado (¡qué paradójico!, diría un futurista o un estridentista convencido) observamos que los grandes avances, si bien, le han dado al ser humano ciertas ventajas y comodidades, han sido también instrumentos del mal, armas que logran hacer aún mayor las brechas sociales, las brechas entre los países desarrollados y los otros.

Referencias

Bahr, H. (2014). Gesammelte Werke. Kindle Edition.

Chomsky, N. (2023). https://www.nytimes.com/2023/03/08/opinion/noam-chomsky-chatgpt-ai.html

Fuentes, C. (1980). Las buenas conciencias. FCE

García, J. L. (ed.). Poetas del Novecientos. Entre el modernismo y la vanguardia (Antología), tomo II. (De Guillermo de Torre a Ramón Gaya). 2001. Madrid: Fundación BSCH.

List, G. (1987). El movimiento estridentista. Secretaría de Educación Pública.

Literary Somnia. (2019). El estridentismo literario: origen, características y autores. https://www.literarysomnia.com/articulos-literatura/el-estridentismo-literario-origen-caracteristicas-y-autores/

Maples, A. M. (1921). Actual n.º 1. Hoja de Vanguardia. Comprimido Estridentista de Manuel Maples Arce.

Maples, A. M. (1922). Andamios interiores. Poemas radiográficos. México.

Maples, A. M. (1927). Canción desde un aeroplano (del libro: Poemas Interdictos).

Marinetti, F. T. (1909). Manifiesto Futurista. https://ciudadseva.com/texto/manifiesto-futurista/

Pangambam, S. (2023). TRANSCRIPT: AI And The Future Of Humanity – Yuval Noah Harari. https://singjupost.com/transcript-ai-and-the-future-of-humanity-yuval-noah-harari/?singlepage=1

 

Prieto, G. J. M. (2011). El Estridentismo mexicano y su construcción de la ciudad moderna a través de la poesía y la pintura. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales. [Barcelona: Universidad de Barcelona, 10 de abril de 2012, vol. XVI, nº 398. http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-398.htm.

Schneider, L. M. (1970). El estridentismo o una literatura de la estrategia. México (D. F.). Instituto Nacional de Bellas Artes.

Sobejano, G. (s.f.). https://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/pater-le-bourgeois-en-la-espaa-literaria-de-1900-0/html/0231ad36-82b2-11df-acc7-002185ce6064_9.html

Sosa, V. (s.f.).  Manuel Maples Arce y el Estridentismo. http://www.jornaldepoesia.jor.br/bh5arce.htm.

Vela, A. (1926). El Café de Nadie. México (D. F.). Conaculta.

Wells, H.G. (2015).  Complete Works. Delphi Classics.

 

[1] Die einzige Pflicht besteht darin, modern zu sein, en alemán.

[2] “Escandalizar a la burguesía”, como decían Baudelaire y Rimbaud.

[3] Consúltese, por ejemplo: AI And The Future Of Humanity, de Harari, conferencia de 2023, o el artículo de Chomsky: The False Promise of ChatGPT (2023).