Chiapas es una tierra fértil para la poesía. ¿Será el paisaje idílico? ¿Las luchas que el valiente pueblo chiapaneco ha llevado a cabo por siglos? Como sea, entre los tantos grandes poetas chiapanecos, en los que destacan Efraín Bartolomé (1950-), Óscar Oliva (1937-), Jamie Sabines (1926-1999), esta vez nos enfocaremos en Juan Bañuelos, quien nació en Tuxtla Gutiérrez y nos supo ofrecer un estilo propio capaz de abarcar todas las épocas.

Pese a tener distintas voces tan potentes y originales, todos estos autores comparten una preocupación común: el valor por lo bucólico, es decir, todo lo relacionado con la vida campestre, el amor y un modo dialogado de la poética. Bartolomé y Sabines son más introspectivos, Oliva más interesado en la poesía social.

Efraín Bartolomé es un poeta que con el paso de los años ha pasado de escribir una poesía solamente dedicada al amor a un poeta cuasireligioso, muy cerca del panteísmo, esa doctrina filosófica que considera que Dios está en todas partes o que todo es Dios.

Por ejemplo, este fragmento de Cielo y Tierra (2005):

Y las aguas de Arriba amaron a las de Abajo
y eran las aguas de Abajo femeninas
y las de Arriba masculinas...

¿Has oído, amada?

Tú eres la Tierra y yo soy el Cielo
Tú eres el lecho de los ríos y el asiento del mar
y el continente de las aguas dulces
y el origen de las plantas y de los tiernos o duros o feroces animales
de pluma o pelo o sin pluma ni pelo

Yo soy la lluvia que te fertiliza

En ti se cuecen las flores y los frutos
y en mí el poder de fecundar

¿Has oído, amada?

Nuestro lecho es el Universo que nos contiene

¿Has oído bien?
[…]

Termina siendo un poema erótico, por supuesto, pero lo relevante es que equipara a la naturaleza con el todo, con Dios y con su ‘amada’.

Sabines, por otro lado, es un poeta más filosófico, está interesado en los problemas del ser humano y plasma estos problemas en lo que los críticos han llamado “poesía cotidiana”. Por ejemplo, uno de sus poemas más celebrados (2004):

Igual que los cangrejos...

Igual que los cangrejos heridos
que dejan sus propias tenazas sobre la arena,
así me desprendo de mis deseos,
muerdo y corto mis brazos,
podo mis días,
derribo mi esperanza,
me arruino.
Estoy a punto de llorar.

¿En dónde me perdí, en qué momento
vine a habitar mi casa,
tan parecido a mí que hasta mis hijos me toman por su
padre
y mi mujer me dice las palabras acostumbradas?

Me recojo a pedazos,
a trechos en el basurero de la memoria,
y trato de reconstruirme,
de hacerme como mi imagen.
¡Ay, nada queda!
Se me caen de la mano los platos rotos,
las patas de las sillas, los calzones usados,
los huesos que desenterré
y los retratos en que se ven amores y fantasmas.

¡Apiádate de mí!
Quiero pedir piedad a alguien.
Voy a pedir perdón al primero que encuentre.
Soy una piedra que rueda
porque la noche está inclinada y o se le ve el fin.

Me duele el estómago y el alma
y todo mi cuerpo está esperando con miedo
que una mano bondadosa me eche una sábana encima.

Parte de una anécdota cotidiana y común en la naturaleza haciendo un uso de metáforas que enriquece cada vez más su poema. Incluye símbolos como: casa, platos rotos, patas de la silla, etc. Para comparar su sentir con el de algunos objetos y situaciones; trasciende los pequeños momentos de cualquier ser humano para llegar a un cuestionamiento metafísico. Ese es Sabines: como todo gran poeta es capaz de “poetizar” cada momento por ordinario que nos parezca.

Óscar Oliva es un poeta mucho más comprometido con la lucha del pueblo, de los derechos humanos. Defensor férreo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, les dio un espacio semanal en su programa de radio. Ejemplo notable de su compromiso con el pueblo:

El sufrimiento armado (I) (2011)

Frente a la tumba del comandante Marco Antonio

Yon Sosa

en Tuxtla Gutiérrez, escucho al crepúsculo

resquebrajándose.

La tumba tiene el número 5582.

Sus compañeros, Enrique Cahueque Juárez (tumba 5581)

y Fidel Raxcacoj Ximutul (tumba 5584)

yacen como él, destrozados.

Los campesinos de Izabal

creían que no moriría nunca.

Engañaba a los soldados durmiendo

en el vientre de un caimán

o convirtiéndose en un racimo de plátano.

Una vez lo atraparon,

pero huyó encarnando en un venado negro.

[…]

El secretario de la Defensa Nacional

también dijo que los guerrilleros guatemaltecos

habían disparado primero. “En esas condiciones

—añadió—,

nuestros soldados no van a contestar con flores y abrazos.”

[…]

Durísimo y de un gran valor. Ante la obstaculizada libertad de expresión, donde era una quimera y el Estado, un ogro filantrópico, a decir de Octavio Paz, qué valor en escribir versos tan precisos y excelentes y que desenmascaren al régimen.

Poeta elegido: Juan Bañuelos

Bañuelos (1932-2017) habla desde el pesimismo y la angustia. También es un poeta con una clara conciencia social. Un poeta “político”, pues su poética tiene elementos ideológicos evidentes. Su lucha es por el pueblo, en contra la oligarquía. Octavio Paz opinó sobre Bañuelos: "poesía poderosa pero su peligro no es la dispersión sino el ruido: la retórica de la fuerza” (2016).

Fue desde siempre un escritor revolucionario. Militante decidido en las grandes luchas sociales, nunca tuvo duda de qué lado colocarse. Fue un gran poeta y quizá un ser humano más grande. Su poesía es universal, lo que escribió nos sigue resonando y seguirá resonando para las generaciones futuras. También escribió poemas de amor, como el siguiente:

Perversidad de la separación (2008)

Desautorizo
mi ternura /
vuélvanse
mis ojos
turbulencia /
pido castigo ejemplar
a mis palabras.
al alba
quito la escalera
para que ninguna luz
suba a las ventanas /
que sea
irreflexiva
como un perro
mi bondad
que en los charcos
sean glorificados
mis instintos
que la vida tropiece
y su pie herido
sea mutilado.
desautorizo
a mi sangre
y a mi sexo /
y para mis oídos
toda voz /
toda vez
toda sombra
todo siglo
sea mi espalda
una sábana
árida.
la ausencia es una unión definitiva.
Todo
Tengo prohibido:
incluso la amargura.

Tremendo. Ya el título nos anuncia el tema del poema. Y a lo largo de los versos nos va revelando las distintas perversidades que siente el que ha sido abandonado, así como la reacción patética ante el infortunio:

Usa el imaginario colectivo en sus metáforas. ¿Quién no considera al perro como símbolo de la bondad? Pero, llevar a cabo una metáfora extendida, donde se contrasta con la suciedad de los charcos, y la gangrena, muestra el olfato poético de Bañuelos.               

Su obra más importante es No consta en actas (2018), escrita en 1978, una reflexión dura, implacable sobre el 2 de octubre de 1968. Un poeta no es una isla, toma y roba de sus antecesores, honrando y siendo eco de estos. Veamos un fragmento de Visión de los vencidos (1959):

TODOS
¡Han aprehendido a Cuauhtémoc!
¡Se extiende una brazada de príncipes
/ mexicanos! ¡Es cercado por la
/ guerra el tenochca,
es cercado por la guerra el tlatelolca!
SOLISTA
El llanto se extiende, las lágrimas gotean allí
/ en Tlatelolco. ¿A dónde vamos?,
/ ¡oh amigos! Luego, ¿fue verdad?

Los académicos llaman intertextualidad a la comunicación entre escritores y poetas. Bañuelos, gran estudioso, se debió de haber inspirado en estos versos para ofrecernos su visión del 2 de octubre.

¿Existe una forma mejor de explicar nuestra historia? Historia llena de agujeros, es decir, de derrotas, de traiciones, pero que, pese a todo, el pueblo mexicano sigue de pie. Interesante, también, la figura del inicio de este texto: “bebedor de la noche, ¿por qué te disfrazas ahora?” ¿Qué debemos entender por “bebedor de la noche”? Para mí es un ser que abarca a la inmensidad, que, en sintonía con Bartolomé, recurre a la filosofía de Spinoza (1632-1677), para situarnos como un Dios que es parte del todo, no un Dios omnipresente, y desde ahí, es capaz de ver, de entender, lo que los seres humanos hacen y deshacen.

Si existe curiosidad por leerlo completo, visita:

La fuerza, la honestidad de Bañuelos, el dolor que se refleja en cada verso, muestra al poeta de cuerpo entero. Muestra su compromiso, su lucha por hacer de este un mundo mejor.

Referencias

Alardín, Carmen. (s.f.). Poesía moderna. http://www.materialdelectura.unam.mx/index.php/poesia-moderna/16-poesia-moderna-

Bañuelos, J. (2008). Antología esencial. Secretaría de Cultura de Michoacán.

Bañuelos, J. (2018). No consta en actas. UNAM

Bartomolomé, E. (2005). Oficio de arder. UNAM.

Cisneros, S. (s.f.). Jaime Sabines: el poeta de los amorosos. https://www.mexicodesconocido.com.mx/jaime-sabines.html

Enciclopedia de la literatura en México. (6 de enero de 2011). Efraín Bartolomé http://www.elem.mx/autor/datos/1862

Enciclopedia de la literatura en México. (6 de enero de 2011). Juan Bañuelos. http://www.elem.mx/autor/datos/1855

Enciclopedia de la literatura en México. (6 de enero de 2011). Óscar Oliva. http://www.elem.mx/autor/datos/1644

Garibay K., Á. M. (1959). Visión de los vencidos. Relaciones indígenas de la Conquista. Introd. Y notas de Miguel León de Portilla, versión de textos nahuas. México: Biblioteca del estudiante universitadio/UNAM.

México desconocido. (s.f.). Jaime Sabines: el poeta de los amorosos. https://www.mexicodesconocido.com.mx/jaime-sabines.html

Oliva, O. (2011). La realidad cruzada de rayos. UNAM.

Poniatowska, E. (1971). La noche de Tlatelolco. ERA.

Sabines, J. (2004). Recuento de poemas. Joaquín Mortiz.

Sanchís Amat, V. M. (2018). Juan Bañuelos ante Tlatelolco: recuperación del pasado prehispánico en los versos de No consta en actas. Casa de las Américas.

Valbuena, J. (2016). Juan Bañuelos. La raíz invertida. https://www.laraizinvertida.com/detalle-1939-46-juan-banuelos#:~:text=Octavio%20Paz%20advierte%20que%20su,all%C3%AD%20salt%C3%B3%20a%20San%20Francisco.