El 2 de mayo se llevó a cabo el foro: Modelación de Datos Geoespaciales a través de nuestro Canal UnADM, en YouTube, con los invitados de nuestra casa de estudios: Hellen Georgina Castañeda Villegas, responsable del programa educativo de Gestión Territorial (como moderadora) y Juan Carlos Díaz Espíritu, maestro del programa educativo de Gestión Territorial; así como Karen Sánchez Espinoza y Francisco Javier Martínez, ambos del Centro Geo.

Para comenzar hablaron sobre la definición del proceso de modelación de datos “de crear y administrar datos que describen las características y la relación espacial del mundo real”, según el maestro Juan Carlos, quien también nos comentó que la empresa International Business Machines Corporation (IBM) define a la modelización de datos espaciales como “una técnica diseñada para cubrir patrones de datos que incluyen un componente espacial, esto a través de métodos de los cuales se puede incluir un componente de tiempo o no.”

En ese mismo sentido, para exponer este proceso, Francisco Javier explicó las diferencias entre las dos proyecciones (representaciones de las abstracciones de nuestro planeta): cartográficas y geográficas, por lo que definió como modelación de datos geoespaciales a:

La información que tiene una localización, distribución o intensidad específica en la cobertura terrestre. Existen dos tipos de datos geoespaciales, que son los de tipo vectorial y los de tipo ráster. Los datos vectoriales son puntos, líneas, poli-líneas, polígonos y poli-polígonos.. Son entidades u objetos espaciales de carácter discreto cuyos vértices se encuentran localizados sobre la cobertura terrestre. Y los datos ráster toman en cuenta la cobertura geográfica como un continuo, en una malla de celdas en la cual se expresa un valor nominal o numérico.

Por tanto, la modelación geoespacial es “recolectar, organizar y esquematizar datos de características o relaciones geográficas”, según el invitado de Centro Geo. En donde podemos modelar, por ejemplo: la intención del voto por unidad geográfica, los cauces de los ríos y sus ramales de escorrentía, el balance hídrico de las cuencas y cómo se refleja en la hidrología superficial y subterránea, la incidencia delictiva, entre otros.

Francisco Javier también mencionó que los datos geoespaciales se obtienen de diversas fuentes, como del Marco Geoestadístico Nacional, que es un “sistema único y de carácter nacional diseñado por el INEGI, el cual representa la división de estadística del territorio continental e insular en diferentes niveles de desagregación, para referirse geográficamente la información estadística de los censos y encuestas e institucionales y de las Unidades del Estado, que se integra al Sistema Nacional de Información Estadística y Geográfica (SNIEG)”. Lo que nos coloca como un referente internacional en cuanto a la transparencia de datos.

El maestro Juan Carlos Díaz agregó que la información puede consultarse en Conabio, DataMéxico, el Servicio Meteorológico Nacional, el Instituto de Ecología y Cambio Climático, entre otros, dependiendo qué se quiera analizar, interpretar y modelar.

Dijo, además, que actualmente se están desarrollando aplicaciones móviles que permiten la recolección de datos y gracias a estos avances tecnológicos se están obteniendo datos más precisos del territorio, sus actividades y fenómenos.

Por otra parte, Karen Sánchez habló sobre la utilidad académica de representar la información en mapas, cuyo objetivo es ofrecer alternativas de desarrollo y comprender las problemáticas del territorio, teniendo en cuenta que la realidad está en constante transformación.

Finalmente, manifestó que la modelación es una herramienta con mucha potencia para mejorar la calidad de vida de los territorios estudiados.

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